Algieba o la estrella binaria.

Comentario para Cúmulo Bala de Astrid Gomez Grosschadl y Quillen Mut.

Debo comenzar cometiendo un sincericidio: para ser noble con la obra y sus directoras previo a la escritura vi un capítulo de la serie “Cosmos: A Spacetime Odyssey” no porque la pieza se nos presentase como incompleta o porque así lo demandase sino todo lo contrario, Cúmulo Bala es una invitación a adentrarse en el mundo astronómico aún si hasta el momento como a mí me sucedía no te había interesado.

La obra a partir de modos concretos, sencillos y diversos pone en juego la temática del Universo o mejor dicho del espacio exterior y sus leyes, demostrándonos como aquello que a algunos nos resulta inabarcable puede hacerse presente a través de elementos completamente mensurables, ya sea el cuerpo de las intérpretes, la duración de la pieza, el sonido de una batería, la iluminación o el talco esparcido por la sala, entre otros.

Cabe destacar de todos los recursos puestos en escena para graficar o dar cuenta del tema señalado que la atracción que ambas intérpretes ejercen la una sobre la otra ha sido un elemento que puede apreciarse ha sufrido un proceso de investigación y elaboración exhaustivo. Tanto en el comienzo como sobre el final podemos observar como el motivo de movimiento de las intérpretes es la translación tomando como eje la otra, eso inmediatamente nos transporta al movimiento de los astros, tanto al de translación como al de rotación. Este último es también otro elemento constitutivo del lenguaje de movimiento de la pieza.

Lo que resulta interesante en Cúmulo Bala es como todos los elementos de la puesta pujan por tener el mismo status en la escena, lo que se puede observar es que no hay una búsqueda per se de que la corporalidad de las intérpretes sea la experiencia más relevante de la obra, por momentos lo es, por momentos lo es la iluminación o el sonido. Esto también genera como dispositivo que en la obra haya materia oscura, es decir asistentes que entran a escena y piden no ser vistos, lo hacen de modo directo e interpelando a la buena voluntad del público.

Para finalizar señalaremos como todo el equipo que hace a la obra están profundamente interrelacionados a tal punto que uno puede preguntarse si lo que los mantiene conectados es el caos o el orden.